"ENTRAS EN UN SANTUARIO DE IMAGINACIÓN Y FANTASÍA (...) SI ALGUNA VEZ HAS PASADO TARDES ENTERAS DELANTE DE UN LIBRO O UN CÓMIC, LEYENDO Y LEYENDO, OLVIDADO DEL MUNDO, ENTONCES ESTÁS EN CASA..."
Así reza parte del cartel de bienvenida, con el que el visitante se topa nada más atravesar las puertas de esta tienda de cómics, un templo del frikismo en todas sus variantes y una oda a la cultura pop que no deja indiferente a nadie y que convierte a este comercio en un lugar de preregrinaje obligado, aunue sea una vez en la vida, para todo amante del noveno arte.
En casos como el de quien suscribe, la absoluta identificación con la misiva que recoge el rótulo que preside el acceso al local, me predispone ya de manera inevitable a disfrutar de la experiencia que de seguro me va a suponer el reposado garbeo por tan laureado establecimiento (1º Premio EISNER SPIRIT OF COMICS, que concede anualmente la San Diego Comic Con).
Porque sí, yo me identifico totalmente con la descripcion de bienvenida. Desde que tengo recuerdo siempre hubo un hueco en mis tardes infantiles y adolescentes para la lectura sobre todo de comics, aunque también de libros, los de fantasía y ciencia ficción eran mis favoritos, hasta caté las novelas de terror. Mortadelo y Filemón, Carpanta, Pepe Gotera y Otilio, El botones Sacarino... copaban mis preferancias comiqueras de niño, quizá por herencia de mis padres, que por nostalgia ajena me proveían de ellos. No en vano fueron los personajes con los que ellos crecieron, sobre todo mi madre, mi padre, según me contaba, era mas del Capitán Trueno, El Guerrero del antifaz, EL Jabato o Robetrto Alcazar y Pedrín. De estos últimos también llegué a tener, aunque en menor cantidad ya que por entonces empezaron a popularizarse ciertos superheroes americanos, que poco a poco irían desbancando a aquellos héroes del comic patrio que acompañaron a nuestros padres en su niñez, tanto en las tiendas como en los corazones de muchos de los niños de mi época... y que a algunos nos acompañarían hasta la actualidad.
Pero eso es material para otra entrada, centremonos pues lo que ahora en lo que nos atañe, que es la visita a esta tienda tan especial.
En Akira Comics, como ellos mismos puntualizan en su página web, no encontraras comics antigüos, descatalogados o incunables, tampoco empleados frikis enciclopédicos con memorias prodigiosas capaces de informarte datalladamente de la sagas más desconocidas. Lo que sí encontrarás será amplitud en espacio y en contenido, referencias a muchas de las sagas mas famosas y espacios dedicados a algunos de los universos más populares dentos del mundo del cómic y de la literatura fantástica. Y cómics, muchos cómics, de todos los géneros y editoriales actuales.
Pasenado por sus salas puedes encontrar, a arte de comics, espacios exquisitamente decorados, que dotan al local de una elegancia y un estilo propio que atrapa al visitante. Desde bocetos originales firmados hasta vitrinas de exposición pasando por escenaros de atrezo o fotos con los personajes ilustres que han visitado alguna vez la tienda.
La planta de arriba, más enfocada a otro tipo de comics y editoriales diferentes de Marvel y DC, es, si cabe, mas llamativa todavía, decorada emulando una especie de catedral medieval, luce en sus simuladas cristaleras las efigies de algunos de los personajes más emblematicos del cómic, el videojuego o la cultura pop en general.
Reseñables también las réplicas en cartón piedra de Los Argonath de El Señor de los Anillos...
... o e mismísimo 221B de Baker Street, residencia del detective mas famoso de todos los tiempos.
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